EL TRABAJO EN LAS OFICINAS DEL MAÑANA

Hoy los países del mundo, a mayor o menor velocidad, están avanzando en la vacunación de sus ciudadanos minimizando así las consecuencias letales del virus. Más temprano que tarde el distanciamiento social ya no será una obligación y todos podremos retomar aquellas actividades que acostumbramos a hacer. Entonces vale preguntarnos, ¿qué nos quedará finalmente de esta trágica y dolorosa experiencia?

Este es un interrogante que se repite en todos los ámbitos. En el mundo del empleo, particularmente el de las empresas, las preguntas rondan en torno a cómo será el regreso a lugares de trabajo, como las oficinas. Recientemente Reset Work realizó un reporte en base a entrevistas realizadas a 55 profesionales de recursos humanos de organizaciones de Estados Unidos relacionadas a Internet y tecnología; servicios financieros; comercio minorista y electrónico; productos de consumo; organizaciones sin fines de lucro; servicios profesionales; publicidad y marketing; educación; salud, farmacia y biotecnología; periodismo y edición; sector inmobiliario y construcción; ciberseguridad; y fabricación. Dicho reporte se enfoca en cómo la pandemia transformará la ‘cultura de la oficina’ y cuáles serán las medidas a tomar por parte de las empresas.

Todos los entrevistados coinciden en estos meses de cuarentena y restricciones de movilidad trajeron una oportunidad de realizar cambios para que los lugares de trabajo sean más productivos, flexibles y equitativos; algo sobre lo que probablemente no se hubiera avanzado de no tener esta experiencia tangible. El 86% de las empresas consultadas aseguró que irá hacia un modelo híbrido de trabajo, dejando atrás la tradicional semana laboral de lunes a viernes en la oficina. En este sentido, casi tres cuartas partes (71%) indicaron que esperan que los empleados pasen de dos a tres días a la semana en la oficina y solo el 6% espera una semana de trabajo tradicional en el futuro.

El dato quizás más alarmante del informe tiene que ver con la falta de preparación que los encuestados ven sobre sus propios planes de vuelta el trabajo:  sólo la mitad confía en el plan de vuelta al trabajo de su empresa, y sólo el 33% dice que su empresa está preparada y tiene los recursos para afrontar con éxito el regreso a la oficina.

Además, más de la mitad de los encuestados dijeron que están evaluando la contratación de nuevo personal y trabajar en lograr la retención de talentos como parte de sus planes de regreso al lugar de trabajo. 

Teniendo en cuenta estos datos y percepciones, que muestran tendencias claras de hacia dónde van las empresas en esta reconfiguración de tiempo-espacio, el reporte ofrece una serie de buenas prácticas.

En primer lugar, propone combinar lo mejor del trabajo presencial y a distancia, permitiendo contactos interpersonales que ayudan a impulsar la creatividad y la innovación, así como un tiempo de trabajo individual enfocado, sin la carga de desplazarse todos los días. También hace hincapié en la importancia de asegurar que los equipos que tienen proyectos conjuntos puedan coincidir en la oficina, para que esos trabajos no se debiliten.

Establecer la expectativa de que el tiempo en la oficina es para las reuniones y el trabajo colaborativo, en lugar de tareas individuales que se pueden realizar de forma remota, es otra de las recomendaciones que propone. 

Comunicar, de forma clara los planes de la organización también debe ser una prioridad para las empresas porque de esa forma pueden disminuir la incertidumbre en este contexto y mantener a los equipos enfocados, evitando la rotación de personal.

Un punto muy importante que recupera el informe tiene que ver con la capacitación y el apoyo a los gerentes, porque asume que la productividad de los trabajadores está directamente ligada a la habilidad de sus directivos.

Por último, hace mención a la necesidad de continuar evaluando los sistemas de gestión del rendimiento. Las empresas que han logrado establecer objetivos claros y hacer un seguimiento de sus proyectos y de sus empleados son las que tuvieron menos consecuencias negativas en la pandemia y, por lo tanto, las que pueden probablemente tendrán más éxito en el regreso.

Claro está que ya nada volverá a ser igual, al menos en nuestros lugares de trabajo. La mejor inversión de las empresas en el futuro probablemente esté en potenciar habilidades socioemocionales de sus empleados y directivos y en generar espacios de trabajo colaborativo. La clave para sobrevivir a la pandemia estuvo allí y creo yo que lo seguirá estando.